Decoración de Interiores
jueves, 27 de marzo de 2008

La habitación del bebé

Cuando nos encontramos con la llegada de un bebé a casa todo son alegrías, emociones y preparativos. Y una de las cosas que más preocupa a los futuros padres es decorar la habitación del bebé. Aunque tenemos que tener en cuenta que la llegada de un miembro también supone muchos gastos. De modo que a la hora de decorar no sólo debemos guiarnos por los caprichos, hay que tener en cuenta el presupuesto del que disponemos y al cual nos debemos ajustar.

Muchas veces nos encontramos con que no tenemos el espacio necesario para la habitación, y que según vaya creciendo sus preferencias irán cambiando. Podemos encontrar muchos motivos para decorar la habitación que nos pueden servir tanto para niños como para niñas, como son los ositos, winnie de pooh, animales, el cielo...

Para los colores de las paredes se esta desechando el azul para niño y el rosa para niña, y se está optando por el beige, el amarillo claro o el lila. Además se recomienda para los más pequeños tonos suaves que dan tranquilidad.

Tenemos que tener en cuenta una serie de instrucciones para que nuestro bebé no corra peligro. Debemos usar pinturas no tóxicas, los muebles con bordes redondeados, protectores para los enchufes, de cajones, de puertas y ventanas, además de cubre radiadores. Guarda bien los medicamentos, las pomadas, y otros materiales que el bebé pueda llevar a la boca. Evita los objetos de cristal, de cerámica, u otros que puedan romperse y dañar al bebé.

En cuanto a la iluminación de la habitación se recomiendan dos tipos de lámparas: una en el centro del techo, y otra de media luna en una de las paredes del cuarto. Esta última es muy útil en caso de que el bebé necesite cuidados durante la noche, de este modo no le incomodamos con una luz más fuerte. Además una luz tenue puede ayudar al bebé a que concilie mejor el sueño. Debemos colocar cortinas para controlar la entrada de luz durante el sueño diurno de nuestro bebé. Es conveniente que no estén hechas de materiales que atrapen mucho polvo, al igual que el protector de la cuna.

El mobiliario de la habitación debe ser sencillo. Al principio, el bebé necesitará principalmente una cuna, un armario y un cambiador. Luego cuando vaya creciendo, sería conveniente poner un baúl para que guarde los juguetes, una sillita y una mesita de actividades para cuando empiece a hacer sus primeros dibujos. La posición y distribución de los muebles son muy importantes para su practicidad a la hora del uso.

Existen cuatros tipos distintos de colchones, por sus materiales y precios. El de espuma es más barato, es antialérgico, pero es el menos higiénico. El de muelles es el segundo más barato, y su ventaja es que dispone de dos caras distintas: una para los meses más calientes y otra para los meses más fríos. El tercero es el de fibra de coco, tiene mejor higiene porque impide la acumulación de humedad, pero es más caro que los otros dos. El cuarto colchón puede llegar a costar unos 100 euros, es de látex y el más higiénico, además es el que mejor se adapta al cuerpo del bebé.

Es muy importante que la habitación del bebé no esté sobrecargada de cosas, de peluches, y otros objetos decorativos. Para los primeros meses se recomienda evitar las alfombras, atrapan mucho acaro y tierra, y puede provocar alguna alergia al bebé. Una habitación que esté sobrecargada de objetos es más difícil de limpiar, ya que la limpieza es un factor muy importante para la salud de nuestro niño. Además la habitación debe tener una buena ventilación.

Y recuerda, no dejes de visitar nuestro blog dedicado al mundo del bebé en el que encontrarás múltiples noticias e información práctica para el cuidado de tu pequeño.

La habitación del bebé

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