Salones para todos los ambientes

Sin duda el salón es uno de los lugares más importantes de la casa, ya que en ellos invertimos gran parte del tiempo, ya sea en compañía de la familia, viendo la televisión, con los amigos, etc. Y para hacer del salón un lugar acogedor es conveniente que lo adaptemos a nuestros gustos, para que nos encontremos cómodos.

Podemos darle nuestro "toque" con el estilo que más nos vaya, clásicos, sofisticados, alegres, acogedores... las formas de siempre se vuelven modernas gracias a la magia de los colores. Los grises, berenjenas o incluso los rojos, cambiarán por completo el look de nuestro salón.

Le daremos un toque cálido con contraste mezclando un gris de los sofás, con cojines de colores vivos en rojos o naranjas, con el color crudo de las paredes, mesas auxiliares en acero y madrea de wengué, una mesa de centro de cristal y una maravillosa alfombra en tonos claros de lana.

Si decidimos darle un toque más clásico al diseño, podemos utilizar una lámpara o una chaise longue, que aporta un toque sofisticado y actual. El tono del salón será conveniente en crudos o en blanco roto, predominan en este momento. Para los complementos y auxiliares elegiremos colores vivos que darán modernidad al ambiente, y que conviven perfectamente con el resto de muebles más clásicos de la estancia.

Para crear una atmósfera más serena y acogedora en la cual queremos conseguir una mezcla más sutil entre los elementos clásicos y modernos, una buena opción será combinar colores cálidos en las piezas más grandes de la estancia, como los sofás, alfombras o cortinas, con objetos más pequeños. Estos objetos por su estructura y su color aportarán al salón un toque de modernidad, podemos lograrlo con lámparas, y objetos decorativos con un centro de mesa o una escultura en una mesa auxiliar.

Si queremos darle un toque alegre y luminoso, tenemos que contrastar los tonos claros con algún color de la gama de los morados, como el berenjena, que transmiten dinamismo y energía. Estos colores intensos se contrastan con tonos crudos en sofás de líneas más clásicas, con cortinas de seda, u objetos con toque antiguo.